Este alimento es un excelente complemento a la dieta diaria. El consumo trae consigo importantes beneficios para el organismo. EL pólen es producidos por la secreción de los órganos masculinos de las flores, cuya función es fecundar los órganos femeninos. Por tal motivo, en su composición se encuentran elementos indispensables para la vida. Entre ellos, se destaca su alto contenido en proteínas, vitaminas y hormonas que favorecen el crecimiento.

Algunas buenas razones para incluir el pólen en tu vida:

Energizante natural, su consumo habitual favorece la resistencia a los estados de fatiga, las propiedades energizantes y revitalizantes del polen elevan la capacidad de trabajo y baja la tensión arterial.

Sirve para ancianos, niños y embarazadas. Además, es ideal para recuperar la vitalidad, razón por la cual se recomienda su consumo a personas débiles, convalecientes, estresadas, de edad avanzada y mujeres embarazadas. En los niños, el polen favorece el crecimiento.

El consumo de polen podría ayudar a combatir las inflamaciones que se generan en la próstata.

Estimula el apetito. Tomado antes de las comidas, el polen puede tener excelentes propiedades aperitivas, resultando un buen estimulante del apetito.

Indicado para problemas intestinales y hepáticos. También se toma el polen de abeja para los problemas del hígado y el sistema digestivo en general.

Es bueno para la anemia, ya que favorece la producción de glóbulos rojos, también ayuda a la cicatrización, por lo que está indicado en caso de úlceras.

Ideal para estimular la mente. El polen de abeja está indicado para estados de ansiedad, irritabilidad y nerviosismo, entre otros trastornos. También es común que se tome para mejorar la capacidad intelectual, siendo provechoso para el estudio o trabajo intelectual.